Por: Psic. Vianey López

@terapianarrativamx

Es un tipo de terapia psicológica desarrollada en los años 70 y 80 por Michael White, trabajador social australiano y David Epson, antropólogo neozelandés.

Este enfoque propone que los seres humanos organizamos y explicamos nuestra experiencia en forma de narraciones. Estas narraciones, que son relatadas a nosotros mismos y a los demás, van conformando nuestra identidad. 

Desafortunadamente, algunas de estas narraciones nos pueden encasillar en formas de ser, actuar o de relacionarnos que no son beneficiosas para las personas y que pueden tener efectos negativos en su vida. Por ejemplo, Paula puede sentir que es buena escalando ya que, en diferentes momentos, sus amigos y familiares han contado lo buena que es haciéndolo. Incluso, ella misma lo reconoce.

Sin embargo, esto puede cambiar si algunas personas comienzan a dudar de su capacidad como escaladora y hagan comentarios al respecto.

Esto la puede llevar a cometer errores, evitar invitaciones a escalar, abandonar la actividad y también puede presentar efectos negativos en su identidad: puede sentir inseguridad, ansiedad, depresión, etc.

Por tal motivo, la Terapia Narrativa busca fortalecer las historias que privilegien lo que las personas quieren para su vida acorde a sus sueños, esperanzas y valores. De igual forma, promueve la agencia personal con la finalidad de que las personas puedan lidiar con los diferentes problemas que se le presentan.  

Principios de la Terapia Narrativa 

Importancia del lenguaje en la terapia

Desde esta perspectiva, la terapia es vista como un proceso donde el diálogo juega un papel fundamental. Se considera que es a través de la conversación donde se desarrollan y fortalecen nuevas formas de relacionarse con el mundo ya que “la manera en la que pensamos y hablamos de nuestros problemas o dificultades puede contribuir a que nos hundamos más en ellos o podamos contemplar nuevas formas de verlos, de solucionarlos o transformarlos”. (Tarragona, 2006, p. 516)

Considera la terapia como una colaboración entre terapeuta y consultante. Desde este enfoque, se busca una relación recíproca y horizontal donde el terapeuta deja de tener el control de la terapia y se convierte en un colaborador en el proceso terapéutico. La consultante y el terapeuta participan conjuntamente en la construcción y desarrollo de nuevas historias e identidades. 

Busca un acercamiento respetuoso, no culposo ni patologizante de la terapia.  Para la Terapia Narrativa, lo fundamental es “comprender la vida de las personas desde su propio punto de vista más que desde la perspectiva de alguna propuesta teórica.” Esto lleva a los terapeutas a adoptar una postura de curiosidad y promueve una relación de respeto y colaboración.  Asimismo, se enfoca en lo que, si funciona en la vida de las personas y en lo que éstas consideran importante y valioso, en lugar de centrarse en las patologías, carencias o en los aspectos “negativos” de las personas (Tarragona, 2006, p. 517). 

Centra a las personas como expertas en sus propias vidas. En este tipo de terapia se valora el saber de los consultantes y se trabaja desde este conocimiento. Son ellos quienes definen su problema, el objetivo de la terapia y cuándo es momento de terminarla pues se piensa que no hay nadie mejor que ellos mismos para describir que es lo que están viviendo y para encontrar posibles soluciones a sus dificultades.  

El problema es el problema y la persona es la persona. Desde esta perspectiva, los problemas no son vistos como síntomas o como manifestaciones de alguna deficiencia de las personas, sino que son percibidos como algo externo que afecta sus vidas.

La Terapia Narrativa asume que las personas tienen talentos, habilidades, competencias, convicciones, compromisos, etc. que los ayudará a reducir la influencia de los problemas en su vida personal. Asimismo, el identificar los problemas como entidades separadas, ayuda a las personas a poner sus dificultades en perspectiva, a sentirse menos culpables y a sentir que pueden hacer algo para solucionarlos. (Tarragona, 2006). 

Deconstruir el contexto. Este enfoque está interesado en cuestionar y desafiar todas las ideas, creencias y prácticas de la cultura en la que vive la persona y que sostienen al problema y su historia. Para ello, es necesario hacer una revisión profunda de todas nuestras afirmaciones, de todos aquellos supuestos que dimos por cierto y que ayudaron a que el problema se afirmara en nuestra vida.

Referencias:

Morgan, A. (2000). Beginning to use a narrative approach in therapy. The International Jounal Of Narrative Therapy and Community Work 

López De Martín, Silvia Roxana (2011). Terapias breves: la propuesta de Michael White y David Epston. III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVIII Jornadas de Investigación Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires,

Buenos AiresTarragona, M. (2006). Las terapias posmodernas: una breve introducción a la terapia colaborativa, la terapia narrativa y la terapia centrada en soluciones.